Sarita Aguilera también se desempeñó como profesora en el Departamento de Enseñanza de las Ciencias Básicas, en Coquimbo.
Con gran pesar fue recibida esta semana en la UCN, tanto en Antofagasta como en Coquimbo, la noticia del fallecimiento de la Dra. Sara del Carmen Aguilera Morales (QEPD), quien fuera Decana de la Facultad de Ciencias durante tres periodos consecutivos.
Sarita, como era conocida entre sus colegas y amigos, se incorporó en 1999 al Departamento de Física de la UCN (DFUCN), Sede Antofagasta, donde trabajó hasta 2011, destacando desde un comienzo por su espíritu de colaboración en el ámbito académico e interpersonal, mostrándose como una persona atenta, solidaria, cariñosa y de buen humor.
Sus estudios de pregrado en Física los realizó en la Pontificia Universidad Católica y su doctorado lo obtuvo en Ucrania. Durante su permanencia como académica del Departamento de Física trabajó en investigación en el área de la Física Aplicada en junturas fotovoltaicas, cristalización de proteínas e investigación de drogas contra la enfermedad de Chagas, en conjunto con académicos UCN y de otras universidades nacionales y extranjeras.
En el ámbito de la docencia destacó colaborando en proyectos docentes y ocupándose del mejoramiento de la calidad del aprendizaje de los estudiantes.
En el área de la dirección y gestión fue elegida por sus pares para desempeñarse como Decana de la Facultad de Ciencias de Antofagasta, durante tres periodos consecutivos y un periodo como Directora del Departamento de Física de la UCN.
El 2011 decidió retirarse y se trasladó a la ciudad de Coquimbo, desempeñándose como profesora del área de física en el Departamento de Enseñanza de las Ciencias Básicas, destacando nuevamente por su calidez humana, preocupándose siempre del bienestar y derechos de sus estudiantes y colegas, quienes la recuerdan como una persona muy conciliadora, aportando con su experiencia y sabiduría en la búsqueda y mantención de las buenas relaciones entre los colegas. Cabe señalar también que desde el punto de vista de las relaciones entre los colegas, siempre fue muy equitativa, justa y ecuánime.
Otro aspecto de su sello personal, era la capacidad que tenía para formar y trabajar armoniosamente en equipos multidisciplinarios. Como académica hizo valiosos aportes en el Departamento de Enseñanza de las Ciencias Básicas, resaltando en proyectos de docencia, investigación educativa y su aporte en el plan de trabajo de la unidad.
Posteriormente se trasladó a Santiago, donde trabajó como profesora de física en la Universidad Técnica Federico Santa María. Ella siempre estuvo junto a su esposo Máximo Tristá y Carlos, su hijo menor. Dania, su hija mayor, reside en USA.
Sarita destacó por ser una buena amiga y una mujer valiente y con mucha entereza para enfrentar una enfermedad tan devastadora.
Sarita siempre será recordada con mucho cariño, admiración y respeto.
Nota: Agradecemos la valiosa colaboración de quienes fueron sus colegas del Departamento de Enseñanza de las Ciencias Básicas, el Departamento de Física y la Facultad de Ciencias de Antofagasta, en la elaboración de esta reseña.
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