Médico Psiquiatra UCN, analiza creciente problemática juvenil del consumo de alcohol y drogas.
La comunidad universitaria integrada por una pluralidad de personas, provenientes de diversas zonas de nuestro país, con intereses tan diversos, como lo es nuestra universidad, está inmersa en la sociedad global.
En esta situación de aldea global, hace posible acceder al conocimiento y la verdad, como también nos hace parte de todas las situaciones que vive nuestra aldea global. Es entonces que la conducta de consumo de drogas psicoactiva PBC, cocaína, marihuana, alcohol y otras, es propio del acontecer de toda comunidad humana.
Está instaurada como una conducta, así pues que convivimos con ella, sin embargo, como comunidad debemos hacernos cargo de esta conducta, ya sea consumidor activo o pasivo, terapeuta, espectador o crítico.
Estamos inmersos en la realidad global y nacional, las cifras de los estudios CONACE 2009 en población escolar, nos indican que la prevalencia del consumo de pasta base es de 2,6%, cocaína en 3,4%, otras drogas como éxtasis 1,7 % inhalables 3,0 %estimulantes 1,8% alucinógenos 1,4 crack% 1,6 heroína 1,4 % y, en el caso de alcohol muy superior.
Estas cifras extractadas de los estudios nacionales, nos muestran un panorama, que preocupa y debe propender a activar una respuesta no indiferente, pues el problema del consumo no sucede en la casa del vecino, acontece en nuestra casa también.
La asociación con accidentes y violencias es propio de una conducta de consumo, según lo indica el mismo CONACE, se explica desde la psiquiatría pues si las funciones psíquicas se alteran y asimismo las acciones que derivan de ese estado alterado de conciencia, la reflexión del acto esta disminuida, se desinhibe el impulso agresivo, menor respuesta a estímulos y alteración de las percepciones sensoriales psíquicas.
Los esfuerzos del personal de salud, autoridades, profesores, organizaciones estudiantiles y los propios alumnos, son fructíferas en cuanto acordadas y coordinadas .
Es necesario no escandalizar, pues es una conducta humana que se debe abordar, en cuanto limita nuestra libertad, el pensar crítico y hacer el bien.
Los acontecimientos lamentables que pueden afectar a nuestra comunidad, son un signo del la realidad en que estamos inmersos, asumir que el consumo de drogas llegó para quedarse, es una tarea a desarrollar en el colectivo. Desde ahí las acciones de prevención, el retraso de inicio de conductas adictivas, incentivar un desarrollo integral, tratar al que busca ayuda para salir del problema del consumo de drogas, así como incentivar la participación en su propia salud física y mental, son estrategias de cambio, en la cuales estamos trabajando ya por décadas muchos profesionales de la salud, de las ciencias sociales y humanas, integrando equipos de prevención y tratamiento, con resultados en ocasiones escuetos, otras veces mejores, en que el centro es la decisión de la persona de diversa edad y genero, luego persistir en la decisión, aceptar sus limitaciones, asumir su verdad y construir un proyecto de vida sin droga.
Como colorario nos debiera desafiar como comunidad universitaria a participar en formación un profesional integral , inscribe el desarrollo de competencias para la vida, es aquí que los curriculum deben potenciar el logro de competencias propias de la disciplina del conocimiento cuidando el desarrollo humano.
Un profesional hecho en el norte de Chile, para la profesión y la vida en la comunidad, que cuide su salud y la de los otros, capaz de pensar libre sin la atadura de la droga, dueño de su destino, lejos de la hipoteca de una vida de consumo y dependencia, capaz de sentir el palpitar de cada día, es una anhelo a cumplir, un desafío a realizar y una esperanza a soñar.
Dr. Hector Carrasco Correa
Medico Psiquiatra
Equipo de la comunidad terapéutica Casa de la Esperanza
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