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Dra. María Cecilia Hernández: “Lo enfrento con optimismo, porque siento que voy con un gran equipo”

Fecha: 19 agosto, 2024

Dra. María Cecilia Hernández: “Lo enfrento con optimismo, porque siento que voy con un gran equipo”

Decana de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Geológicas (FICG) aborda los principales desafíos de su gestión a la cabeza de la emblemática unidad.

Motivada y convencida de aportar al desarrollo de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Geológicas de la Universidad Católica del Norte (UCN), la Dra. María Cecilia Hernández Vera, asumió sus funciones como decana de una de las unidades más emblemáticas e históricas de la Institución.

Su tarea la enfrenta con dedicación, consciente de la responsabilidad que significa ser la primera mujer en dirigir una facultad que en la actualidad cuenta con 2.603 estudiantes, 13 carreras de pregrado, 13 programas de postgrado y un equipo de más de 120 integrantes, entre personal académico y de apoyo a la academia.

Para hacer frente a este reto, la Dra. Hernández cuenta con una amplia experiencia académica y en gestión. De profesión ingeniera civil metalúrgica titulada en la Universidad de Concepción y doctora en Química por la Universidad de Barcelona (España), incluye en su trayectoria diversos cargos en la UCN, siendo directora del Departamento de Ingeniería Metalúrgica y Minas (DIMM), y vicerrectora de Investigación y Desarrollo Tecnológico, entre otros cargos, además de participar en numerosos proyectos científicos y de investigación.

 ¿Cómo enfrenta el desafío de dirigir una de las unidades más antiguas y emblemáticas de la Universidad?

Lo enfrento optimista, porque me acompaña un gran equipo, con destacados colegas que están mirando y atendiendo temas que son fundamentales o misionales para nuestra Facultad, como son la docencia de pregrado y postgrado, la vinculación con el medio y la investigación. Es desafiante, teniendo en cuenta el tamaño de la Facultad y la diversidad de actividades que tiene, pero tengo confianza, no solamente en mis capacidades, también en las de un equipo con una visión común. No son menores los desafíos para las ingenierías y las ciencias geológicas, pero cuando hay sentido de bien común, apertura a la creatividad y disponibilidad al trabajo en equipo, las respuestas pueden ser buenas e innovadoras.

¿Cuál ha sido el rol de las ingenierías para la UCN a lo largo de la historia?

Es una historia que parte con la propia Universidad. En 1961 se crea la Escuela de Química Industrial y, si bien no era la Facultad de Ingeniería, son los cimientos y es lo que empieza a dar forma a la unidad. Era una escuela que veía ciencia, tecnología y química asociada a los procesos industriales y tecnológicos de ese momento. Nace relacionada con las necesidades de contar con capital humano formado y capacitado en los procesos industriales ubicados en la región. Contar con profesionales capaces de insertarse o de formar parte del área tecnológica ubicada en la zona y no sólo ser observadores de grandes desarrollos industriales. Existe una responsabilidad con el territorio desde sus procesos tecnológicos, pero también desde su capital humano, y eso no ha cambiado. Por el contrario, viendo toda la diversidad y desarrollo que tiene la región, el número de programas y carreras pertinentes, relativas a las ingenierías y las ciencias geológicas.

¿Cuáles son los desafíos que hoy tienen las ingenierías respecto de la sociedad en la que nos encontramos, y cuál es el compromiso de la FICG con este propósito?

Por nuestra naturaleza, hoy el desafío sigue siendo científico y tecnológico, pero claro, nuestra sociedad ha cambiado y nos demanda cosas distintas. Junto al desarrollo tecnológico debe quedar explícito su impacto y sustentabilidad. Pasa a ser una variable indiscutible la invitación del Papa Francisco al “cuidado de la casa común”, así como la integración de hombres y mujeres en cada uno de los desafíos que tenemos como sociedad, dentro de ellos los impactos de la industria 4.0 y la incorporación de la inteligencia artificial. Son tantas las demandas que ya no pueden ser solamente programas pensados en lo técnico y lo científico. Las respuestas en temas de formación de capital humano requieren una reflexión mayor, donde el foco ya no es sólo un área o una industria, deben obligatoriamente ser pensadas en un contexto de desarrollo y bienestar de la sociedad. Es una visión más amplia e integral. La formación de profesionales requiere, en este sentido, una formación ética que la UCN desde sus valores puede y debe marcar una diferencia.

MUJERES

¿Cómo ha avanzado el posicionamiento de las mujeres en una unidad que tradicionalmente tuvo un sello masculino?

Si lo miro desde el punto de vista de los números, pareciera que no ha pasado tanto. Pero hay un esfuerzo que todavía no se refleja en los datos y que yo valoro mucho. De hecho, no estaría yo acá como decana si eso no existiera. Las académicas somos el 25% en la Facultad y el 28% de nuestros estudiantes son mujeres. Son números bajos, incluso menores que la industria minera que tradicionalmente ha sido un campo masculino, pero hay una sensibilización mayor, hay una aceptación y reconocimiento de la importancia de la participación de mujeres en todos los ámbitos del quehacer. Y eso es un cambio mayor, ya que la misma comunidad entiende la necesidad y el beneficio. No son tendencias, es un tema de justicia y de entender que no hay soluciones integrales a los desafíos cuando desde la definición del problema no se integra la mirada de mujeres y hombres. Esto invita a que más colegas sean parte de roles de liderazgo y alcancemos una participación justa y equilibrada.

En el ámbito de la docencia, ¿cuáles son las prioridades que enfrenta la Facultad?

En docencia nuestra Facultad tiene prácticamente el 38% de la matrícula de la Sede Antofagasta. Y si bien han pasado por un proceso de incorporación y selección, nuestro desafío es ver cómo los acompañamos a lo largo de su carrera. Ahí tenemos trabajo importante que realizar. No hay respuestas inmediatas, pero sí debemos analizar la razón de nuestras tasas de retención, especialmente en los primeros años, la graduación o la titulación oportuna. Pero también tiene que ver en cómo acompañamos a nuestros estudiantes en su proceso formativo, cómo les estamos brindando docencia, cómo logramos efectivamente dar contenidos con contexto, situados en las áreas donde se desempeñarán como profesionales. Es cómo logramos promover dentro de nuestros estudiantes la inquietud de seguir estudiando o seguir una carrera de investigación científico tecnológica, considerando la amplia variedad de estudios de postgrado que hoy ofrece la Facultad.

En esta línea, ¿cómo evalúa la implementación de los capstone project?

La experiencia ha sido buenísima. Ha tenido aceptación y eso realmente es una vinculación, porque es positivo para nosotros como Universidad, para nuestros estudiantes y para la empresa que declara desafíos. Nos beneficiamos mutuamente. Es una forma de transferir a nuestros estudiantes, previo a la titulación, conocimiento en el ámbito del trabajo en equipo, problemáticas reales, comunicación efectiva. Es una inmersión completa en el campo laboral. Sin duda es una tremenda oportunidad para nuestros estudiantes y que les da una ventaja competitiva cuando ya estén titulados.

¿Cuáles son las metas que espera alcanzar la unidad en materia de investigación?

Tenemos que levantar nuestros indicadores y aumentar nuestras publicaciones. Queremos mostrar el conocimiento que es capaz de desarrollar esta Universidad a través de la Facultad. Y no solamente como una máquina de artículos, sino que sean artículos que muestren el vínculo que tenemos con las necesidades locales. Investigaciones que tengan que ver con agua, energía y minería, entre otros. Estamos trabajando, investigando y generando conocimiento en temas relevantes para la región y el país, coordinados con otros, en vínculo con otros actores. También queremos integrar a los estudiantes en nuestros proyectos de investigación, que la investigación en CyT sea también una herramienta de formación pertinente y colaborativa.

¿Cómo enfoca la unidad su relación y vinculación con el medio?

Nace desde los mismos colegas de la Facultad el deseo de una vinculación permanente y constante con nuestro entorno, que no sea solamente en el ámbito privado. Nos interesa relacionarnos con las comunidades. Hay iniciativas que están en evaluación para que tengan la mejor de las formas con nuestro entorno inmediato dónde estamos ubicados, en el barrio, desde lo más cercano a todo tipo de agrupaciones, sociales y también privadas, en el ambiente público también. Nuestro desafío es poder salir. La vinculación para nosotros es un esfuerzo consciente, y hacemos y buscamos las formas de poder ir hacia el entorno, y creemos que allí tenemos varias oportunidades. Como Facultad del área de las ciencias y la tecnología creo que podemos brindar mucho a nuestro entorno, desde escuchar activamente, coordinar acciones y construir colaborativamente propuestas de mejoras. Hay un área que desarrolla la Facultad a través de su secretaria de Vinculación con el Medio, Dra. Elizabeth Lam, que tiene que ver con cómo nos vinculamos con comunidades que requieren de una mayor inclusión. O lo que ha hecho la colega Vianca Vega en cuanto al desarrollo de tecnología para personas con discapacidad visual, por ejemplo. Somos muy diversos en especialidades, tenemos minería, química y geología, entre otras, y podemos llegar a muchos ámbitos para poder aportar.

Un tema relevante es la puesta en marcha de dos nuevas carreras: Ingeniería Civil Electrónica e Ingeniería Civil en Energía. ¿Cómo espera la Facultad proyectar estas dos alternativas de pregrado?

Estas dos carreras nacen y responden a una necesidad de este momento. Tenemos una serie de oportunidades y necesidades como región y como país, y aparecen dando respuesta desde la Universidad y, en particular desde la Facultad para aportar. Están pensadas no en las energías tradicionales, sino que fuertemente en energías renovables; solar, eólica, hidrógeno verde. Son dos carreras muy complementarias, y fueron pensadas desde el inicio como complementarias entre ellas y con las diferentes áreas de la Facultad.

Se proyectan como líneas transversales para la industria y para la sociedad. No tienen que ver sólo con la minería, quisiéramos llevarlas al desarrollo de maestrías y, en lo posible, después a un doctorado. Es decir, que tenga un crecimiento vertical en la lógica de la Educación Superior, pero también que sea horizontal y transversal, porque dan apoyo a una serie de otras áreas. También son carreras que enfrentan temas que están muy presentes, como por ejemplo la sostenibilidad y el cambio climático. Absolutamente van en respuesta de ello. Fueron estudiadas y hubo un proceso previo para su generación, consultando al entorno cuáles eran las necesidades de carreras en ingeniería y surgieron ellas. Son carreras que como Facultad tenemos que apoyar, porque están en un proceso de nacimiento y requieren un cuidado especial.

Un comentario

Ma Cristina MOrales

viernes 23 de agosto 2024 12:16 am

Felicitaciones Ma Cecilia. Un gran trabajo que estoy segura disfrutarás con optimismo, como señalas. Un abrazo desde Coquimbo.

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