La capacitación incluyó módulos teóricos y prácticos sobre RCP avanzado, soporte vital y manejo de arritmias.
Con el objetivo de reforzar la atención de emergencias cardiovasculares, un equipo de 14 funcionarios y funcionarias del CESFAM Juan Pablo II participó en un curso de capacitación organizado por la Escuela de Autocuidado de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte (UCN). La actividad, que combinó sesiones teóricas y prácticas, permitió a los participantes adquirir conocimientos y habilidades esenciales para responder de manera eficaz ante situaciones críticas de salud.
El curso, realizado el 17 de diciembre, se enfocó en la formación integral en Reanimación Cardiopulmonar (RCP) básico y avanzado, Soporte Vital Básico (SVB) y Soporte Vital Avanzado (SVA), además de abordar temas cruciales como la cadena de supervivencia, el manejo de arritmias y los cuidados post Paro Cardiorrespiratorio (PCR). Los contenidos estuvieron divididos en cuatro módulos que contemplaron la atención tanto de pacientes adultos como pediátricos.
FORMACIÓN DE CALIDAD
El equipo docente a curso estuvo integrado por las enfermeras Cynthia Abarca, Javiera Pino, Ana María González, Priscilla Argandoña y Paula Ligeti. Su experiencia y compromiso permitieron una dinámica de enseñanza participativa, donde los asistentes tuvieron la oportunidad de aplicar los conocimientos adquiridos en un entorno de simulación clínica.
La metodología del curso incluyó una primera jornada teórica, donde se presentaron los fundamentos de la RCP básica y avanzada en pacientes adultos y pediátricos. Durante la tarde, se llevaron a cabo los talleres prácticos en el Centro de Simulación Clínica de la Facultad de Medicina de la UCN, donde los participantes pusieron a prueba las técnicas de RCP avanzado con el acompañamiento y retroalimentación de los facilitadores.
DE LA TEORÍA A LA PRÁCTICA
Uno de los aspectos más valorados por los participantes fue la posibilidad de practicar con escenarios simulados, lo que permitió fortalecer la confianza y la capacidad de reacción ante emergencias reales. “Fue una experiencia muy enriquecedora. La mezcla de la teoría con la práctica nos permitió consolidar los aprendizajes y sentirnos más preparados para enfrentar una situación de urgencia”, destacó uno de los asistentes.
“La formación continua es un pilar fundamental en la profesión médica. No podemos descuidarla, especialmente en la atención de urgencias, una práctica que, sin la actualización constante, puede perderse con el tiempo. Contar con instancias de educación permanente mientras ejercemos como profesionales representa un respaldo invaluable que siempre agradecemos. Nuestro compromiso es asumir esta responsabilidad y aprovechar al máximo cada oportunidad de aprendizaje”, expresó el médico Lincoln Torres Faúndez.
Evaluación positiva compartida por el kinesiólogo Rodrigo Zamora Labarca quien precisó que “esta instancia ha sido altamente didáctica y enriquecedora, permitiéndonos fortalecer nuestros conocimientos, especialmente en el ámbito práctico. La experiencia ha resultado muy positiva, ya que hemos logrado aclarar numerosas dudas. Por ello, agradecemos profundamente la oportunidad que se nos ha brindado”.
El curso también incluyó evaluaciones teóricas y prácticas, donde los participantes debieron demostrar sus conocimientos y habilidades adquiridas. Gracias a su comprometida participación, todo el equipo aprobó el curso, certificando su formación en atención cardiovascular de emergencia.
La Facultad de Medicina de la UCN reafirma así su compromiso con la actualización continua del personal de salud de la región, contribuyendo a la mejora de la atención en la red asistencial, generando un impacto positivo en la salud de la comunidad.
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