Especialistas en biología molecular con gran experiencia y capacitados para realizar el PCR trabajan este lugar.
Un nuevo espacio en la región de Coquimbo estará disponible en el corto plazo para analizar muestras sospechosas de infección por SARS-CoV-2 a través de la técnica Reacción en Cadena de la Polimerasa (conocida como PCR por sus siglas en inglés), a fin de detectar más casos de COVID-19.
Se trata del laboratorio de Fisiología y Genética Marina (Figema) administrado por la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad Católica del Norte (UCN) sede Coquimbo, en alianza con el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (Ceaza).
El recinto recibirá fondos del Ministerio de Ciencias, Tecnología, Innovación y Conocimiento, organismo que aprobó un fondo de $1.500 millones para apoyar el diagnóstico del coronavirus en la Red Pública de Laboratorios Universitarios.
El decano de la Facultad, Dr. Juan Macchiavello, manifestó su satisfacción de poder colaborar con una labor tan importante en el combate de pandemia.
“Me parece muy interesante porque hemos estado preocupados buscando las formas de aportar y efectivamente tenemos un camino para poder ayudar como Facultad en conjunto con Ceaza. Este es un laboratorio de avanzada que trabaja a nivel de biología molecular en otras áreas de investigación, pero qué mejor oportunidad que esta, porque ellos tienen la experiencia para hacer este tipo de análisis, luego de obtener los permisos del Servicio de Salud y de la Seremi”, acotó.
En la misma línea se expresó el Dr. Claudio Álvarez, investigador titular del Ceaza, quien será el Director Técnico del Laboratorio mientras dure la alerta sanitaria.
“Esta pandemia nos ha sorprendido a todos, y para el grupo que conforma Figema es muy satisfactorio poder aportar con nuestras capacidades al diagnóstico de COVID-19 (…) Esto es una gran responsabilidad, pero creo que es una oportunidad para demostrar el compromiso de la comunidad científica con la sociedad”, aseguró.
El camino para convertirse en laboratorio de apoyo
La Dra. Katherina Brokordt Guzmán, académica del Departamento de Acuicultura de la UCN y coordinadora del laboratorio Figema, ofreció más detalles respecto de la futura habilitación éste en el contexto de la pandemia.
¿Cómo surge la idea que el laboratorio colabore en el análisis de muestras sospechosas de SARS-CoV-2?
“Esta es una iniciativa conjunta del Ministerio de Ciencias y el Ministerio de Salud para poder reforzar la capacidad de análisis que hay en este momento en el país. Porque hasta ahora, la capacidad de los sistemas automatizados estaba asociada a una situación normal, pero bajo este escenario de pandemia en realidad la demanda aumenta mucho y se requiere acudir a sistemas manuales, por lo tanto, es ahí donde surge la necesidad de usar los laboratorios instalados en las universidades del país.
A partir de esto, la Seremi de Ciencia de la Macro Zona Centro se comunicó con la UCN y el Ceaza para evaluar nuestras capacidades, y se dan cuenta que tenemos lo necesario para incluirnos a esta red de laboratorios universitarios que requieren básicamente equipos para realizar PCR en tiempo real, gabinetes de bioseguridad, y una serie de implementos menores a fin de hacer las pruebas diagnósticas.
También se requería tener al menos un bioquímico o algunos profesionales del área de la salud para ser considerados, y nosotros contamos con un bioquímico que es Claudio Álvarez del Ceaza, quien es parte del equipo en el laboratorio Figema”.
¿Cuándo comenzarían a recibir muestras para su análisis?
“Para eso debemos cumplir varias etapas. La primera era ser parte oficial de esta Red de Laboratorios y esa resolución, emitida por la Subsecretaria de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud, ya fue publicada el pasado 17 de abril.
Ahora, nosotros tenemos que suscribir un convenio con el Servicio de Salud Coquimbo, organismo que de forma paralela nos está ayudando a implementar los protocolos de bioseguridad que son súper estrictos para poder actuar como un laboratorio de diagnóstico. Cabe mencionar que no vamos a actuar como un laboratorio clínico, los cuales tienen muchas restricciones, sino que seremos un laboratorio de apoyo en esta situación de emergencia.
Una vez implementados estos protocolos y que se validen nuestras capacidades técnicas de diagnóstico, comenzaremos a recibir y a analizar muestras de la región.
¿Qué significa para ustedes unirse a esta red de laboratorios universitarios, y combatir de manera directa esta pandemia?
Si bien es mucho trabajo, porque significa que tenemos que dejar de lado la mayoría algunas de nuestras propias actividades de investigación, esto un privilegio. Creemos que el Estado de Chile necesita el apoyo de sus científicos, y como laboratorio llevamos más de 10 años funcionando y recibiendo fondos por parte del Estado al adjudicarnos proyectos sobre todo de Fondecyt, Conicyt (actual ANID), por lo tanto, esta es una forma de devolver la mano por esos recursos que hemos recibido para realizar investigaciones”
¿Qué tipos de muestras normalmente analizan en este laboratorio?
“Nosotros trabajamos con muestras de organismos marinos, desde células a tejidos, pero las técnicas de análisis que se usan son similares a las requeridas para test diagnósticos. Tenemos mucha capacidad para analizar expresión de genes, y esas capacidades son las que vamos a usar para poder hacer las pruebas diagnósticas.
Entonces poseemos la experiencia de años y el personal capacitado para evaluar la presencia de esos genes, porque estas pruebas diagnósticas lo que de verdad hacen es evaluar la presencia de genes específicos asociados a este coronavirus”.
Texto Johana Fernández
Foto principal Fernandozhiminaicela / Pixabay
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